sábado, 28 de septiembre de 2013

Resumen mensual: semana de orientación, papeleos, primeras clases...

Bueno pues ya son 2 meses aquí.

Gracias a Dios, la estancia del curso de finlandés me ha servido para a) estar mil veces más relajado que los recién llegados, y b) poder no asistir a charlas y sitios que ya visité, y así tener tiempo para mis quehaceres (que ama de casa suena eso).

La universidad finlandesa no tiene nada que ver con la española. Primero porque hablan diferente. Segundo porque matricularte es, en cierto aspecto, lo que se conoce como pifostio. Tú te montas tu horario de clases, te apuntas a las que quieres, las tienes que cuadrar con las demás, etc. Es cierto que es un sistema mucho más libre para el alumno, pero también exige mucha más atención y madurez a la hora de llevar tu curso. Si por algo son los mejores los rubiales estos...

En nuestro caso (magisterio) tenemos que ir a clase casi todos los días, cosa que para mí es de agradecer. Los de derecho, excepto algunas puntualidades, es yo-me-lo-guiso-yo-me-lo-como en casita hasta el exámen. ¿Bueno o malo? Según para quien.

El learning agreement que se rellena desde vuestras universidades, aquí se puede modificar completamente y así ver más asignaturas que en la web no aparecían, cursos online, etc.
Recomendación: cuando vayáis a haceros los horarios, guardaros una tarde tranquila y centraros en eso porque hay que tener cuidado con qué asignatura coger, cuándo y dónde. Del resto, te informan en la universidad o los tutores. Aún con todo y con eso, he tenido que rehacer el maldito papelajo 2 veces.

La primera semana estuvo salpicada de un par de fiestas en garitos de aquí: Tivoli, el lugar erasmus preferido, y Doris, algo más cool y palabras de ese tipo (a Ana no le gustaba, pero preguntarle a ella por qué). Los precios no son caros, tanto en entrada como en bebida, pero cuando vaya más veces comentaré si se mantienen.
La primera fiesta, en Tivoli, era para todos los erasmus, que sumado a la gente finlandesa hizo del ambiente algo parecido a un infierno con la calefacción a tope. En invierno tiene que ser super sano salir sudadísimo a -25º...
La segunda, Doris, era también para erasmus principalmente, y consisitía en llevar los colores de tu bandera como ropa. Mi amarillo era un poco claro, por lo que todo el mundo me preguntaba dentro que porque llevaba camisa blanca y camiseta roja, así que al final decidí contestar que era japonés adoptado. Lo jodido es que alguno que otro no se quedaba muy convencido.

A todo esto, he aquí el aviso del día: Los finlandeses tienen un problema serio con el alcohol, estar preparados para aguantar borrach@s. En serio, beben mucho. Y seguido.

Por lo demás las clases han comenzado ya y es cuando de verdad te vas dando cuenta de si te has montado un buen horario o no. Por ahora no me quejo.

Hace dos semanas, nuestro simpático tutor del curso de finés, Ville, nos propuso participar en un partido de baseball finlandés, que resultó ser un torneo de una tarde. Y tengo que decir que los finlandeses fueron unos auténticos rastreros, pegándonos la paliza de nuestra vida. Pero no a base de darle fuerte a la bola (mariconas), si no a aprovechándose que no conocíamos la reglas. Lo cierto es que nosotros fuimos con la intención de pasar una tarde divertida y de repente nos encontramos en el equivalente amateur de la liga americana. Si parecía que se jugaban algo y todo. En fin...





En otro orden de cosas me he convertido en el nuevo miembro del club de escalada de Rovaniemi. Veremos que tal se me da.




Y por último, el tiempo ha cambiado radicalmente en esta semana y la gente está esquizofrénica perdida. Tengo que decir que mi amigo Diego estaría muy orgulloso de mí, puesto que yo, friolero por excelencia, estoy aguantando una temperatura similar al invierno español con mucha mayor estoicidad que el resto de españoles e incluso algunos alemanes, franceses y de por ahí.




Creo que no tengo mucho más que contar en este post. A ver si para en algunos de los próximos pongo fotos de la universidad.

Seguiremos informando.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuando te das cuenta que las cosas en España no son tan bonitas

Os voy a contar una historia de lo buena, eficiente y magnífica que es la administración pública en España (oh, España).

Aviso desde ya que este post es única y exclusivamente para dar rienda suelta a mi (creciente) enfado y que más de un improperio va a salir de mi teclado.

Comencé a solicitar la tarjeta sanitaria europea meses antes de venirme a Rovaniemi, y después de hacerme ir dos veces con sus consecuentes molestias de viajes, falta el papel X o el impreso Y (¿a alguien más le suena?), conseguí que me dieran un certificado sustitutorio con validez hasta finales del presente mes. Mientras tanto, tendría que esperar a que me enviaran la tarjeta a mi domicilio español y si ves que no te llega -palabras textuales de la hipercualificada persona que me atendió- mandas a alguien que lo reclame. Dicho y hecho, tuve que enviar a alguien a que me hiciera las gestiones. Y se encontró con un NO rotundo porque tenía que demostrar haber pagado el seguro escolar de este curso, es decir, de este año, o la matrícula. Y yo me pregunto, ¿por qué cojones no me pidieron eso en las dos veces que yo fui?, y segundo, ¿cómo coño lo hago cuando en Agosto la universidad está cerrada y dificilmente se puede hacer matrículas y demás papeles? Con la ceja ya temblando de pura rabia, decido esperar a primeros de Septiembre y envío a hacer todos los papeles universitarios a Ana M. (TE QUIERO), y descubrimos que al ser mayor de 28 ya no tengo derecho a seguro escolar (porque todo el mundo sabe que no nos ponemos enfermos ni tenemos accidentes dentro o de camino a la universidad). Finalmente Ana M. realiza, rellena y paga en mi nombre y hace llegar la documentación a mi casa.
Pues bien, cuando llevan de nuevo los papeles para solicitar la dichosa tarjetita -por fin, pienso- dicen que no, que no se habrían fijado en que soy mayor de 28 años y que entonces depende del Inem o de su puta madre. Que si eso, las universidades suelen tener conciertos con seguros, pero que ellos solo cumplen lo que manda el Inem (perdón, Sepe).

Y ahora es cuando me cago en su puta madre, y pienso para qué cojones he estado yo pagando 10 putos años de Seguridad Social e impuestos. Pero lo peor es la sensación de gilipollas que se te queda cuando ellos están tan tranquilos y les importa tres cojones dejar vendido a un español en donde sea el pais que se haya ido. Por que esto es España, señores. Y así nos va. ¿Cómo coño pretendemos salir de la puta crisis cuando ni siquiera somos capaces de expedir una jodida tarjeta sanitaria? ¿Cuándo para hacer estas gestiones de mierda te encuentras con personal estúpido rozando la inutilidad humana? ¿Cuándo la pelota administrativa se pasa de unos a otros pero nadie tiene ni puta idea de qué hacer o cómo hacerlo, sólo saben que eso lo llevan otros?

Cojonudo, España. Cojonudo. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero estando aquí te das cuenta de lo mal que funciona. No me extraña que seamos el Tercer Mundo de Europa. Lo que me extraña es que no nos echen de la Comunidad Económica Europea.

Mucho sol, mucha playa y montaña, gente estupenda y calidad de vida. Pero la administración pública es una puta lacra en este pais. Y encima el puto relaxing cup of café con leche. Tócate los cojones.

Seguiremos informando. O no. A lo mejor me pego un tiro.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Furgonetas, Nordkapp, renos...y más accidentes.

Nuestro amigo italiano tuvo la  estupenda idea de prepararnos una visita exprés a Nordkapp encargándose él de buscar trasporte, alojamiento, rutas, etc. Siendo como es de la Cofradía del Puño Cerrado, esto se presentaba cuanto menos, interesante.
Salimos el viernes a las 21 de la noche. La caravana consistía en dos furgonetas de 9 personas llenas de gente internacional y un coche de alemanas que decidieron ser poco originales y sociales.
El plan era parar cada dos horas para descansar 15 minutillos, comer algo, meada, cigarro (yo no, Ana, lo prometo) y cambio de conductor. Y asi estuvimos toda la noche.
La primera parada oficial para hacer fotos y descansar algo más, fue justo al comenzar la carretera que recorre la costa en Lakselv. Allí nos mojamos los pies, hicimos fotillos y otras cosas (ojo, Diego) al grito de Pee in the Arctic Sea! Pee in the Arctic Sea! -sí, sabíamos que no era correcto pero rimaba mejor-.
Pee in the Arctic Sea!
Grata fue nuestra sorpresa cuando llegamos al hostel y descubrimos que el siempre cutre amigo italiano, esta vez se había lucido con un albregue barato y muy decente. Nos dio tiempo a tomar un café rápido y desayunar algo, y directos a Nordkapp. El precio de la entrada es bastante desorbitado, 26€ por barba, aunque ya que estás allí no te vas a volver sin entrar. Dentro, aparte de una tienda de regalos bastante surtida, tienen algunas exposiciones interesantes, un capilla muy chula, un mirador y por supuesto el archiconocido globo del Cabo Norte.
Portada de mi nuevo disco
El resto del día decidimos hacer una ruta de trekking al verdadero punto más septentrional de Europa, cosa que descubrimos que hay que hacer ANTES de visitar Nordkapp ¿Por qué? Porque si haces la ruta de unas 6-7 horas y llegas al punto geodésico, verás un paisaje de la ostia, encontrarás una caja con un libro de firmas y un código QR para fotografiar con tu móvil. Dicha foto, te servirá dentro de Norkapp (previo pago de su entrada) para hacerte con un recuerdo bastante goloso, un carnet del Royal North Cabe Club, que no tiene todo el mundo, y el derecho a entrar a Nordkapp gratis el resto de tu vida. Lo de volver lo veo chungo, lo de tener el carnet mola más. Avisados quedáis.
Envidia y lo sabéis
Y ahora la aventura. A escasos cientos de metros de llegar al geodésico, resulta que una de las alemanas, se revienta un tobillo. Y estamos a unas 3 horas majas de los coches, sin cobertura y con pocas opciones. Así que la dejamos abandonada a su suerte y gritándonos en lengua bárbara. Libor, un tío bastante majo y resolutivo, organizó en seguida dos grupos de gente, uno de mayoría tíos para cargar con la pobre muchacha, y otro que fue a ritmo normal hacia los coches para ir preparando el tema de asistencia médica y así también reducir la gente alrededor de la herida. Resultado: esguince de tercer grado.
El camino de vuelta estuvo salpicado por millones de renos que campaban a sus anchas por las carreteras sin pudor ninguno. Sé que para la mayoría es como un animal mágico y esas mierdas, pero os juro que no he visto animal más estúpido en mi vida. El italiano coincide conmigo.
Seguiremos informando.
Familia de renos a cada cual más estúpido.

jueves, 5 de septiembre de 2013

El miedo idiomático

Si al plantearte venir a Rovaniemi (o a cualquier otro país extranjero) tienes un nivel de inglés aceptable, y por aceptable me refiero a más de un B2, este post no es para ti, mejor entretente en otra cosa.

Si por el contrario tu nivel de inglés es como el mío, inglés de supervivencia (o nivel mierder), quizás éstas palabras te sirvan para estar menos asustado. Eso sí, nunca vas a saber realmente como de bueno es tu control del lenguaje anglo hasta que te veas inmerso en él durante una temporada; pero si hay algo claro, es que siempre, siempre, siempre, va a ser peor de lo que te creías. Y no lo dice solamente un servidor. Me avalan cientos de estudiantes Erasmus españoles que, como yo, han sufrido una pobre educación inglesa en los años de colegio e instituto.

-Pues vaya mierda, -pensarás- menudos ánimos me está dando el meapilas éste (me flipa esta palabra, MJ).

Nada más lejos de la realidad, estás palabras son para ilustrar mi propia experiencia y que a pesar de todo, se puede sobrevivir, y con relativa facilidad.
Hacerte entender es fácil y la gente hace por entenderte (excepto una alemana estúpida que cada vez que me dice algo y le ruego que me lo repita me contesta con un don't worry, everything's ok, it's ok. Zorra kartoffel...). Aún así, los gestos con las manos, un diccionario en el móvil y tu paciencia serán tus amigos más cercanos durante esos momentos.

Al principio da un poco de vergüenza decir una y otra vez que te repitan algo o que hablen más despacio, pero después de las primeras 2000 veces asumes que es parte del proceso de aprendizaje.
También me estoy dando cuenta de un comportamiento típicamente español: decir lo primero que te viene a la cabeza, ya sea una opinión o un chiste. Lo jodido es que con un inglés mierdoso te cargas la gracia de lo que dices, por muy interesante que fuera. Así que aprendes por las malas a pensar antes de hablar y a buscar en tu cabeza una buena gramática para articular frases. A veces tardas tanto que el momento de decirlo ha pasado. Pero tu gramática es cojonuda, así que orgulloso lo dices. A destiempo. Como si fueras tonto. Espero que mejore...

En serio, toda la gente que ha ido de Erasmus ha mejorado su inglés. Así que ninguno de nosotros vamos a ser menos.

Mi recomendación:
-Intenta tener un compañero de piso extranjero. Yo lo pedí a DAS.
-Cuándo estés con españoles, en la medida de lo posible habla en inglés también con ellos. Cuesta poco acostumbrarse.
-Enfréntate a todas las situaciones sólo. Desde la burocracia universitaria hasta las consultas médicas. Esto no solamente te servirá para mejorar tu inglés, si no que te servirá de experiencia para aprender a buscarte la vida.
- Y por último, no desesperes. De una forma o de otra conseguirás hacerte entender, eso es seguro.

Volveré a retomar el tema al final de la estancia y os cuento si me retracto o mantengo mis palabras.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Día accidentado

Es un hecho contrastado que Finlandia es de los paises de Europa que tiene uno de los porcentajes más altos de buenos conductores.

Pues parece ser que en Rovaniemi se deben encontrar, o bien el porcentaje que impide llegar al 100%, o las peores autoescuelas del mundo.

Amigos españoles, cuando vengáis para este hermosa ciudad, venid bien preparados para no tener la preferencia en pasos de cebra, tener que mirar mal a los conductores para que se paren, en algunos casos tener que bajaros de la bicicleta para usarla de "avanzadilla" y llegados al punto, puede que hasta tener algún que otro accidente, Dios no lo quiera.

Y aquí empieza mi aventura del mes pasado.

Salgo de la universidad todo ufano y despreocupado en dirección al banco donde tenía una cita para abrir una cuenta (aquí se pide cita para ello, no es como España). El día es relativamente cálido, los pájaros cantan, la gente me sonríe al cruzarse conmigo y toda esa parafernalia. Y en medio de un paso de cebra, aparace un furgoneta blanca que decide arrollarme. Así, por las buenas, sin invitarme a tomar una copa antes. No es broma, true story. De repente me encuentro a un par de metros del paso de cebra, en el suelo. Me toco la cabeza y no hay sangre gracias a Dios. Puedo mover manos y piernas. Y lo siguiente que me pasa por la cabeza es el portátil que llevo en la mochila, principal nexo con España, y nuevo para más inri.

Se me acerca el conductor  y con toda la tranquilidad del mundo me pregunta que si necesito una ambulancia. Vamos a ver, desgraciado, mi bicicleta (¡MI BICICLETA!) está hecha mierda, el parabrisas de tu furgoneta está reventado y el frontal un poco (sólo un poco, eh) abollado. Para mí que la ostia responde por si sola a la pregunta, gañán.

Viene la policia, me hacen soplar (negativo, por supuesto), me toman datos y en ambulancia al hospital. Nada roto, sólo magulladuras. Pero la furgoneta ha sufrido daños. Para mí que es un 1-0 claro a favor de Rubén...

Paso la noche en el hospital (política de seguridad ante atropello) y al día siguiente para casa.

El proceso a partir de aquí es el siguiente:
- Comprobar que el seguro médico europeo cubre todos los costes. En mi caso, no me ha llegado factura alguna. Al parecer, las urgencias médicas están cubiertas pero las pruebas fuera de esa categoría hay que pagarlas, ya no sé si luego se podrá reclamar a la Seguridad Social.
-Pasadas un par de semanas, si no se han recibido noticias de la policía, ir a la comisaría a por el informe del accidente y corroborar que la culpa (obvio) fue del desgraciado que tomó la curva a lo Carlos Sáinz. En caso de que la culpa sea vuestra, no tengo ni idea de como se tramita, ni espero tener que saberlo, la verdad sea dicha.
-Pasadas otra semana, esperar que la compañía aseguradora del conductor se ponga en contacto contigo. Aún estoy en este punto.

Tarta de superviviente que me hicieron al volver a Kuntotie
Recibiendo visitillas esa noche
  












En resumen: Para lo que podría haber pasado, doy gracias a Dios de que sólo me duela una rodilla y las costillas, la verdad.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Finde en Napappiiri e Inari

Si de algo puede presumir Finlandia es de la educación y los beneficios que se generan a su alrededor. Fin de semana con todo incluido a Inari y excursión de un día al zoo de Ranua, por el estupendo precio de 70€. Obvio que no faltó ni el gato.

Día 09 de Agosto.

La puntualidad finlandesa se nos cae del pedestal cuando los tutores llegan tarde a recogernos en bus.
Primera parada: Napapiiri. El Círculo Polar Ártico, propiamente dicho. Que casualidad que la casa de Papá Noel este justo en la línea...

Mi regalo de este año es...
Obviamente, ir a ver a Papá Noel en pleno Agosto es un poco extraño, así que me tomo la visita con algo menos de entusiasmo que mis compañeros. Al fin y al cabo, siempre puedo volver cuando esté lleno de nieve y esas cosas. Tengo claro que está muy orientado al negocio del turisteo, pero en fin...
Cuando se llega, es foto obligada con la línea que separa Europa del Círculo Polar y con un poste con carteles de distancias y direcciones a todas las capitales europeas. Y allí que perdemos media hora. Que asquerosamente turistas somos...y como nosotros miles de personas. Y ellos lo saben. Y se aprovechan. Porque por un stick usb con una maldita foto con el Gordo de Rojo y un video de noséquémierdas del Circulo Polar (que seguro que está en internet) te quieren cobrar 25€. Para mí no, gracias. Yo es que soy más de Reyes Magos y esas cosas.



Siguiente parada, el Kultamuseo o Museo del Oro. En esa región hay muchísimo oro, y una de las actividades es buscar un poco a la antigua usanza. Como los vaqueros del cine, sí. Y si lo encuentras, te lo quedas, pero no hay que emocionarse, apenas son partículas visibles. La parte del museo es bastante interesante, con toda la historia de la zona y demás.

Y llegamos a Tankavaara. El albergue está en la ribera del lago que le da nombre a la zona y es simplemente espectacular. Cenamos y derechos a la sauna. El maestro de ceremonias dentro, fue el amigo Isaac, un inglés muy cachondo que nos tuvo cantando durante todo el tiempo y haciendo el payaso. Alternamos sauna con chapuzón en el lago, que estaba congelado, varias veces. Yo a la tercera me rajé y decidí que la ducha era un opción más cómoda. Los hubo más valientes que incluso nadaron durante largo y tendido. Y así terminó el día entre algún que otro juego, charla y bastante cerveza corriendo por ahí.

El sol no se llega a poner en ningún momento. 22.25 desde la ventana de la habitación.

Día 10 de Agosto.

Día de hikking. Y el de hoy no tiene que ver nada con la intentona de Ounasvaara. La zona se llama exactamente Pöntsijärvi. El camino es bastante llano y sencillo, aunque los finlandeses se sienten muy orgullosos de un camino de dificultad media...¿media? Venir a Madrid a probar como mínimo Peñalara. Claro, como aquí es todo llano, en cuanto hay que subir dos piedras se sienten como si escalaran el Himalaya. En fin.
Llegamos a la zona donde comer (salchichas, por supuesto) después de un par de horas de caminata. El sitio estaba bastante chulo, en la ribera de un lago y un fireplace muy decente. Y ahora voy a ilustrar con un par de diferencias respecto a España: Junto al fireplace había una cabaña perfectamente preparada para refugiarse con madera para un mes, bombonas de gas, cacharros de cocina, chimenea...y todo en perfecto estado. Había una cabaña de aseos y una sauna. En medio de la nada. Según pude oir, existe una espcie de servicio estatal de bosques que se dedica a mantener las bombonas llenas y la madera en abundancia, pero los refugios están perfectamente cuidados y respetados por la gente. Encuentre las 7 diferencias. Si esto ocurre en España estarían las paredes llenas de Jenifer y Maikel para siempre y dibujos de penes...

El fireplace es famoso también por estar al lado de la iglesia de madera más antigua de Lapland, Pielpajarven. Dentro me encontré con dos españoles muy majetes que estaban de expedición por la zona. Os dejo la página de la empresa por si os interesa, yo me estoy planteando algo con ellos aprovechando que estoy aquí y ahorro costes.

Camino de vuelta, autobús y de nuevo a Tankavaara. Esta noche, cenamos salmón ahumado. El chef es uno de los tutores, Ville, un tío muy majo con el que me río bastante y habla un poco de español. Aún estamos negociando los términos de un acuerdo para que intercambiemos español por finlandés. La cena consta de salmón ahumado, patatas cocidas y una especie de crema bastante buena, todo ello hecho en el fuego de una casa con forma de tipi indio, kota, todo muy típicamente finlandés.














Fiesta, fuego y a dormir.


Día 11 de Agosto

Amanecemos relativamente pronto para intentar cumplir los horarios que no hemos seguido desde el primer día. Cuando estamos todos en el bus, faltan 3 tíos que están aun durmiendo, para desesperación de la organizadora del viaje y puntual finlandesa.

La primera parada es el Museo Sami de Inari, sitio altamente recomendable. Cabe decir que la construcción de este museo partió de la propia población sami y no del gobierno, como suele ser habitual, por lo que es un museo muy involucrado en enseñar al mundo su cultura y costumbres. La comida (estaba incluida), simplemente brutal y fue la primera vez que tuve la verdadera certeza de estar comiendo reno, por que radio macuto no funciona muy bien en el ambiente erasmus y cualquier tipo de carne desconocida se convierte automaticamente en reno para nosotros.

Última parada del viaje: Granja de renos. Llena de renos (obvio), canciones sami, lanzamiento de lazo sami, té (o café) sami. Todo muy sami.


La granja la regenta una familia, de los cuales el hijo mayor hace las funciones de relaciones públicas.
Nos contaron un poco como llevan la gestión de la granja y los renos. Todos los renos de Finlandia tienen dueño, no existe ni uno solo libre, por tanto hay que marcarlos de varias formas. Una, el crotal también usado en España, y la segunda es cortar las orejas de los renos a modo de firma, y cada dueño tiene la suya.
Como es el corte de los renos de esta granja
Y volviendo, parada para comer pizza. La mía por supuesto, de reno.

La sensación final, fue de un viaje lleno de cosas nuevas, buena comida, gente estupenda y mucha diversión.



Seguiremos informando.