domingo, 6 de abril de 2014

Desde Rusia con amor (II Parte - Moscú)

Bueno, me quedé en el tren nocturno.

Tengo que reconocer que iba un poco intranquilo por el tema del tren, pero una vez me acomodé, todo fue bien. Privacidad cero si vas por la opción barata, vagones llenos de literas, pero para una noche es más que suficiente. El tren va directo hasta Moscú, y desde allí en metro al hostel. Y esta vez si iba preparado con mis mapas y mis historias. Ajá, la tecnología es mi amiga...

El hostel pintaba ser muy cool y bueno y todo eso, pero nada más lejos de la realidad. La palabra asquete (por no decir cáncer de sida sifilítico) es la que me viene a la cabeza para describir los momentos de usar el baño. Gente ruidosa, bstante poco considerada, la peor experiencia hostel que he tenido con diferencia. Quitando eso, todo fue más o menos de forma decente. Claro.

Nada más llegar nos fuimos al centro a ver que nos encontrábamos. Y nos encontramos con la Plaza Roja y la Catedral de San Basilio. Espectacular, la verdad. Podías sentir el verrdadierro espírritu de la Madrrie Rusia. Lo único que estropeó un poco la visión de la Plaza Roja es que había una maldita pista de hielo en todo el medio que le quitaba el encanto...Ese día nos retiramos pronto al hostel.

El día 7 fue el día cultural, a parte de ir a visitar el Museo Estatal de Historia, en el cual intuyes muchas cosas porque pasan de traducirlo al inglés, fuimos al ballet a ver The Mayerling, esta vez a un teatro con profesionales, aunque no noté la diferencia,la verdad.
Respecto al museo, tengo que decir que hay cosas curiosas, pero si no eres un fan de la historia, y encima rusa, pues es un poco meh. Más tarde nos hicimos la foto de rigor en el Teatro Bolshoi, donde un par de reventas intentaron colarnos algunas entradas good places, cheapest price de dudosa autenticidad.

Al día siguiente, nos apuntamos de buena mañana a un tour gratuito que ofrecía el hostel desde allí hasta la Plaza Roja haciendo parada en sitios curiosos o no, depende. Lo bueno fue hacer contacto con el tipo para el día siguiente, tour por el Kremlin y el Metro. El final de este tour terminaba viendo un cambio de guardia en el Monumento a los Caidos.

Os traigo esta cosa dorada...
Por la tarde nos acercamos hasta el parque Gorki y al de los Monumentos a los Caídos en el que había una pista de hielo gigante y una pantalla para ver los Juegos de Invierno. En el camino pasamos por uno de los puentes del amor que tan de moda se están poniendo en Europa, y también nos encontramos con la fuente-estafa de Pedro el Grande. Digo estafa porque en algún lugar leí que el artista intentó venderla a España como monumento a Cristobal Colón en la expo del 92, y al no poder hacerlo (lo entiendo porque es fea con ganas), se la coló a los moscovitas como Pedro el Grande.


El último día me fui a mi bola a ver sitios debido a  incompatibilidades de prerencias con mi compañía en el viaje, y a hacer el tour con el guía del día anterior.
Mi primera parada fue el antiguo cuartel general de la KGB, que se encontraba justo enfrente de un edificio de una asociación llamada Kid's World, lo que no deja se ser una ironía al encontrarse al lado del edificio más terrorífico de la Guerra Fría...
Aproveché también para entrar en la Catedral de San Basilio, que por dentro es más bien pequeña, y al Mausoleo de Lenin. Las medidas de seguridad ahí dentro rozan lo absurdo, a mí entender. No dejan entrar móviles con cámara, cámaras, mochilas de tamaño normal, y tienes que pasar un detector de metales regentado por taciturnos y serios policías rusos. Y todo para ver a un enano de cera. Lo parece, lo juro. Ah, ¿he comentado que si llevas las manos en los bolsillos o te quedas mirando mucho rato a Lenin, te llama la atención algunos de los 5 policías que hay dentro?

A la 13 empezaba el tour, así que me encontré con el tipo en la puerta del Kremlin, y como no apareció nadie más, pues tour privado que me comí todo el día.
Dentro del Kremlin el muchacho me dio una charla muy muy currada sobre la historia y curiosidades del Kremlin. Millones de detalles que dudo que un guía oficial me hubiera contado, o si hubiera habido más gente. Si vais a Moscú y queréis cualquier tipo de tour, no dejéis de hablar con este guía, dinero bien invertido.
La ruta del metro estaba muy muy trabajada. Consiste en visitar las estaciones más llamativas, por arquitectura e historia. A mí me flipó, vaya. Mil curiosidades y anécdotas que os dejo por descubrir.

Y así fue el viaje a Rusia por que el día siguiente nos largamos. Lo único remarcable fue que tuvimos un rato de bastante tensión (y digo bastante) cuando por la cabezonería de mi compañera nos vimos en una estación diferente en el que coger el tren al aeropuerto, sin billete de metro para ella, y sin dinero ni tarjeta que funcionara. A punto de ir a la carcel estuve. A punto...

Seguiremos informando.

Consejo extra: Nunca, jamás, ni aunque os estén matando os acerquéis a la policía rusa. Dicho por lo propios rusos. El único país en el que me he sentido más inseguro con ellos cerca que sin ellos...
Apps útiles: Algunas son gratuítas, otras lo son en markets tipo Aptoide. Metro24, hiperútil. Hay tres tipos de mapas en ruso y en latino. MapsWithMe, mapas de cualquier ciudad. TouristEye, guay para mirar puntos que visitar, pero la localización de ellos por gps funciona como el orto.
En San Petersburgo hay wifi a mogollón.

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